Una situación completamente alarmante le está tocando vivir a la zona del Montevideo rural conocida como Jacksonville. Vecino a Zonamérica, ese espacio se convirtió en un polo de servicios de altísimo nivel, con hoteles, spa, sala de convenciones, campos de polo y viviendas de elevado valor. Sin embargo, en los últimos dos años, todos y cada uno de los bienes y servicios vinculados al hasta hoy próspero lugar han reducido su valor entre un 60 y un 80% (en promedio) sin que medie una razón medianamente lógica para que tal cosa ocurra. La Cámara Inmobiliaria del Uruguay (CIU, por su sigla en español), la Intendencia de Montevideo y hasta la propia zona franca vecina se encuentran analizando la situación e intentando encontrar una solución que permita recuperar esta valiosa zona del departamento.
Comercios que cierran o que ofrecen productos y servicios a precios ridículos (sólo para intentar mantenerse en funcionamiento), viviendas puestas a la venta al 30 o 35% de su valor de mercado, son moneda corriente hoy en Jacksonville. Un empleado de alta jerarquía del Hotel Regency, cuyo nombre solicitó no ser develado, señaló a este medio que "todo va de mal en peor. De habitaciones ocupadas con meses de anticipación a tener que hacer promociones con días de regalo, late check out y cuantos regalos se puedan imaginar, todo sin éxito. Pero no es sólo el hotel, todo Jacksonville está viviendo una desvalorización tremenda que va más allá del aumento del dólar. No entendemos qué está pasando, si es un lugar hermoso...", afirmó con lágrimas en los ojos.
Olga García Arechavaleta, propietaria de una de las viviendas más lujosas de Jacksonville no pudo contener su dolor, al ser consultada por el futuro de sus bienes y de la localidad: "No puedo más, no puedo más... ¿Qué querés que te diga? Hace más de año que puse la casa en venta al 20% de su valor de mercado, y no he tenido ni una sola oferta. Si no la vendo en un mes la prendo fuego, te juro". Consultada sobre el por qué esa caprichosa fecha límite, recibimos como respuesta solamente llantos y gritos desconsolados.
Ese panorama tan triste y desolador que vive esa localidad ubicada a 17 kilómetros del centro de Montevideo, sólo tiene una excepción que va a contracorriente: una de las más importantes empresas de venta de electrodomésticos trabaja día y noche para instalarse en el lugar lo más rápido posible. Una mosca en la leche para muchos, una ínfima esperanza de que las cosas puedan revertirse, para una minoría. El tiempo dirá quién tiene razón.
Seguiremos informando.
