(Medellín, Colombia, Agencia EPS) Una difícil situación atraviesa el joven medellinense Amílcar Cándido Gaviria al pretender tener un gesto con su esposa y salirle el tiro por la culata. En efecto, tras conocer la promoción de Coca Cola en la que se vende el refresco con etiquetas personalizadas, compró dos latas, una con su nombre y la otra, supuestamente, con el de su esposa. Grande fue la sorpresa cuando su pareja, de nombre Fernanda, recibe el envase que lleva por nombre el de su mejor amiga: Fabiola. Vanos fueron los intentos por salvar la situación por parte de Amílcar quien debe enfrentar un posible divorcio y la recuperación de siete puntos de sutura producto del impacto de una lata de refresco en su cabeza.
Consultada por nuestra agencia, Fernanda (que no quiso que publicáramos su apellido), muy angustiada por la situación y la notoriedad que la misma adquirió, nos narró como fueron los eventos acompañada de su abogado: "Todavía tengo grabada en mi memoria la imagen del muy desgraciado, sonriente y con las latas de Coca Cola en la mano. Cuando vi la mía me puse a llorar y comencé a increparle que yo sabía que tanta afectuosidad con mi mejor amiga Fabiola no era casual, que aquí tenía la prueba de que engañaba con ella y que si le quedaba algo de dignidad que se fuera sin decir palabra. Trató de convencerme de que todo era un error, de que tomó la lata equivocada y no sé cuántas tonterías más. Le pedí a los gritos que se fuera y le devolví la lata, lo de la herida fue un accidente. (hablándole a su abogado) ¿Está bien así, doctor?".
Por su parte, Amílcar (quien aun guarda reposo por el golpe en su cabeza) reconoce que todo fue un grave error: "La lata con el nombre de mi esposa estaba al lado de la que tomé, evidentemente. Y como las dos comienzan con la letra F, ese fue mi error. Fernanda nunca entendió que yo aprecio mucho a su amiga pero que nunca pasó nada entre nosotros. Las fotos que Fabiola me manda por WhatsApp son para que se las muestre a Fernanda porque ella insiste en usar Telegram... que yo me olvide de pasárselas es otro tema. Espero que recapacite, abandone esa tontería del software libre y pueda yo volver a casa.", concluyó.
Al momento del cierre de esta noticia, Fernanda sigue adelante con su demanda de divorcio por adulterio y no tiene intenciones de dar un paso atrás, Amílcar no descarta enfrentar civilmente a la empresa de refrescos por daños y Fabiola se negó amablemente a dar declaraciones sobre el tema tras haber firmado un acuerdo de exclusividad con una popular revista del corazón de Colombia.
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