Los principales líderes de la oposición uruguaya, se reunieron en el día de ayer en el restaurante Lindolfo y sentaron las bases para la creación de una comisión multipartidaria de asuntos internos. El cometido de ese organismo es el de investigar la posible filtración de militantes frenteamplistas, encubiertos, en los mandos medios y altos de los partidos Colorado y Nacional. La reciente encuesta de Factum que marca un nuevo crecimiento del Frente Amplio, a pesar de los esfuerzos (quizás inconscientes) de los diferentes actores del gobierno para que ocurriera lo contrario, despertó las sospechas (en primera instancia) de los senadores Bordaberry y Heber. Ante el convencimiento de que la única causa posible de semejante situación era la presencia de elementos “nocivos” dentro de sus propios partidos, ambos legisladores resolvieron convocar a las restantes figuras opositoras para encontrar una solución.
Tras recordar que el Partido Independiente integra la oposición y también pudo haber participado del encuentro, buscamos las declaraciones de Pablo Mieres. Al igual que el resto, negó haber participado de reunión alguna (pero a él le creemos). Consultado sobre la posibilidad de alguna autocrítica, como oposición, ante el aumento de la intención de voto del Frente Amplio a pesar de los desaciertos del gobierno, respondió: “¿Auto Crítica? No entiendo, ¿es una de esas marcas chinas? Porque yo de autos, entiendo poco…”.
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