amsterdamTras un comienzo de 2014 cargado de incertidumbres, con dos clásicos jugados de muy mala manera y definidos en ambos casos por las circunstancias casi azarosas de los penales, el Ministerio del Interior y las dirigencias de Peñarol y Nacional, Nacional y Peñarol decidieron acelerar la novedosa propuesta de que las barras bravas vuelvan a compartir la Tribuna Amsterdam, como ocurría hace mucho tiempo atrás. Aunque ya se venía trabajando en forma discreta (ministerio, dirigentes y referentes de las barras), y más allá de que el objetivo principal es la erradicación de la violencia en el fútbol, el panorama poco auspicioso que se presenta camino a los torneos internacionales para ambos equipos, hace que este proyecto adquiera valores místicos capaces de recuperar la gloria que los dos equipos más grandes del Uruguay supieron tener (como el Fantasma del 50, pero más inteligente), generando así la necesidad de acelerar su presentación.

Según fuentes cercanas al proyecto, la idea general es que la tribuna Amsterdam del Estadio Centenario se vista con los colores característicos de los dos equipos que concitan la preferencia de la mayoría de los uruguayos, a partir del próximo clásico del Torneo Clausura 2014, tal como ocurría décadas atrás. El planteo habría tenido, inicialmente, el rechazo de esos hinchas enfervorizados llamados barra bravas. Pero luego de algunas reuniones con sociólogos, psicólogos sociales y publicistas, estos partidarios coincidieron en apoyar la medida.

Tras las reuniones con el grupo multidisciplinario, los fanáticos habrían reconsiderado sus actitudes violentas, en base a una comprensión profunda de la llamada teoría social de las polaridades. "Entendimos que nuestros clubes coexisten en función de la rivalidad. Si no hubiese un rival importante, no tendría sentido ser hinchas", fueron las frases más repetidas en los encuentros. "Si Peñarol no existiese, o no fuese competitivo, habría que buscar otro equipo que lo supliera. Es decir que la rivalidad persistiría" comentó Ruben W, conocido referente de la barra brava tricolor. A su vez Pablo Z, integrante del grupo duro de Peñarol agregó: "me he dado cuenta de que soy más hincha de Peñarol gracias a Nacional", dicho lo cual se fundió en un abrazo fraternal con su antiguo archienemigo. "Hace más de 25 años que ninguno de los dos gana nada a nivel internacional. Nos pasamos partido tras partido peleando por quién ganó más clásicos, quién tiene la bandera más grande o quién tiene más hinchas... Nuestros padres no tenían ni idea de la cantidad de clásicos jugados, e iban a 18 de Julio a festejar (como mínimo) una Libertadores, sino ni se molestaban. Fue empezar a copiar a los argentinos (que tampoco le están ganando a nadie) y se terminó la alegría. No da..." señaló uno de los dos, pero al seguir abrazados no pudimos determinar quién fue.

Volviendo al proyecto a presentarse en estos días, aún falta ultimar detalles, pero igualmente pudimos acceder a algunos pormenores de la propuesta, gracias a las mismas fuentes señaladas anteriormente:

En la parte superior de la tribuna se desplegaría una gran pancarta con la palabra DECANOS, haciendo referencia a los dos clubes, que han acreditado ser los más antiguos del Uruguay. La pancarta tendría, en forma alternada, letras en blanco, amarillo, azul, negro y rojo. Según nos informaron, el club Albion (poco conocido por la afición, con sede en la Unión) habría solicitado una pequeña pancarta transversal, con las palabras ALBION TAMBIÉN, aprovechando la "A" de DECANOS, propuesta que fue aceptada.

En la parte inferior se ubicarán dos enormes gallinas inflables, vestidas con los colores tradicionales de ambos equipos. Las gallinas estarán abrazadas en una actitud amistosa y tendrán poca cresta, para evitar ser confundidas con gallos o pollos machos. Del trasero ambas aves de corral saldrán dos grandes huevos. Al respecto, Pablo Z y Ruben W explican el motivo de esta presencia: "la idea fue nuestra, nos pasamos todo el tiempo gritando que pongan huevos. Con las gallinas estaríamos ejemplificando lo que pretendemos de nuestros equipos (risas)".

En el talud se reservará un espacio para parejas mixtas (es decir, cuando él es de Nacional y ella de Peñarol o viceversa). En esa zona se ubicarán también los padres con hijos "descastados" (padre de Peñarol e hijo de Nacional, o viceversa). En estos casos no se permitirán alusiones acerca de la "paternidad" por parte de los involucrados.

Una tarea encomendada a los psicólogos que estarán ubicados en la tribuna, es la de trabajar con el lenguaje malsonante, tratando de respetar, no obstante, la naturaleza de los comentarios y el objetivo buscado. Como experiencia piloto se procuraría sustituir la expresión "¡hijo de p..a!" usada tanto para insultar como para alentar, por "¡hijo de meretriz!" (insulto) o "¡que hijo de meretriz!" (halago) y "¡p..o!", usado también con ambos fines, por "¡sodomita!" (insulto) o "¡canten, sodomitas!" (halago o estímulo).

Otro punto interesante del proyecto, es que los efectivos policiales a cargo de la vigilancia portarán gorras con el distintivo del cuadro de su preferencia. De esa forma, de registrarse actos de violencia entre los parciales, actuarán preferentemente los agentes del mismo equipo de los autores de los eventuales desmanes.

Finalmente, serían invitados a participar del primer clásico del Clausura, en el centro de la tribuna, a la diputada Susana Pereyra (fanática carbonera) y al vicepresidente Danilo Astori (apasionado hincha tricolor). El Ministro del Interior, Eduardo Bonomi, sería colocado entre su esposa y el vicepresidente, para evitar incidentes.

Seguiremos informando.



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