Un juicio al estado uruguayo no debería ser noticia. Sin embargo, las características de este caso son las que lo transforman en un hecho digno de considerarlo así. En efecto, la Dirección Nacional de Meteorología, dependiente del Ministerio de Defensa, deberá enfrentarse a reclamos judiciales realizados por la empresa de bebidas de Ismael Cortinas (departamento de Flores) Alcoholes, Licores, Elíxires, Refrescos, Tambos y Afines (Alerta S.R.L). ¿La razón? Daños morales y perjuicios económicos vinculados a su marca de bebida gasificada cítrica Alerta Naranja, que es parte de la popular línea Alerta: Alerta Cola, Alerta Limón, Alerta Pomelo, Alerta Higo y la ya mencionada en primera instancia. La valoración negativa de su producto más vendido y el notorio descenso de la recaudación en general, llevaron a la empresa poronguera a adoptar la vía judicial con el ente encargado de los pronósticos meteorológicos.
Consultado por nuestro portal, el CEO de Alerta SRL, Norberto Scosería, expresó: “las ventas bajaron considerablemente, en los comercios hay una valoración negativa de la Alerta Naranja y la gente está prefiriendo otras marcas. Esto es muy doloroso, ya que luego de 40 años limitados al mercado de Ismael Cortinas, desde 2010 habíamos colocado la línea en Mal Abrigo y algunos comercios de la periferia de Trinidad en una expansión sin precedentes en nuestra historia”, afirmó.
Sin mediar nuestra intervención, un muy abatido Scosería continuó relatando: “imagine estar despachando una combi entera para Marmarajá con Alertas (SIC) y que, en ese momento, trascienda en las noticias que la alerta naranja dejó más de 67 evacuados, cortó más de 3 rutas y mató 400 ovejas en la zona. Es un golpe terrible, máxime cuando el ganado ovino que ha sido alimentado con nuestros refrescos no han tenido casi ningún problema de desarrollo”
Consultado sobre la posibilidad de obtener un beneficio indirecto, producto de la constante mención de su marca, el empresario de la bebida expresó: “aunque parezca increíble, ese rédito positivo cuando se dio, terminó siendo adverso. Sin ir más lejos, la semana anterior la prensa lanza en forma absolutamente irresponsable que habría Alerta Naranja para el siguiente martes, en todo centro sur del país. Pues bien, cuatro comercios de Cardona fueron saqueados en busca de nuestro producto y, al no encontrarlo, se generó la lógica destrucción y quema de los mismos”. Tras un breve respiro, continuó: “le cuento otra: un cuñado mío, que tiene un Autoservice en Playa Pascual, me preguntó cuándo iba a pasar el camión de Alerta Naranja, ya que la radio ‘lo había pronosticado’, según sus propias palabras. Me dio mucha vergüenza, no supe qué decirle… Pero no sólo porque entendió cualquier cosa, sino también porque ni siquiera tenemos camión”.
Al referise a las consecuencias ocasionadas por el accionar de la Dirección Nacional de Meteorología, fue muy claro: “el asunto es que tanto las bebidas cola, como el limón, el pomelo, y hasta el higo que es intomable, han tenido una venta sostenida y creciente en la zona, ubicándose en un honroso octavo lugar detrás de Coca Cola, Pepsi, Nix, Mío, New Star, Tabaré (la gaseosa compañera) y Constanza (la gaseosa chiruza). Pero de un día para otro, nos desplomamos. por ejemplo, según pudimos saber, los chiquilines no están yendo a las escuelas rurales porque hay Alerta Naranja. Perdimos cerca de 600 dólares de ingresos de cantinas. Esto a Meteorología no le va a salir gratis…”, enfatizó.
Sobre la calidad del producto cuyas ventas se han visto deterioradas, el directivo aseveró: “Alerta Naranja es el buque insignia de la empresa… No, espere, mejor uso otra metáfora, ya que van a pensar que tenemos una flota marítima. Además no queremos saber más nada de agua", aclara y continua: “es nuestro producto estrella, reconocido por su inconfundible sabor e inclasificable aroma a naranja. Contiene, preste atención, agua carbonatada, gas, azúcar, benzoato de litio, leudante químico, riboflavina, aspartamo, trazas de gluten, colorante amarillo y colorante rojo (‘nuestro secreto naranja’, resalta orgulloso) y saborizante imitación de símil mandarina. ¿A usted le parece que una bebida tan sana como esta se merezca ser prácticamente destruida por la actitud negligente de la Dirección de Meteorología? ¿Eh?”.
Para finalizar, preguntamos si algún otro producto había sido perjudicado. Scosería respondió: “sí, hubo. Nuestra agua gasificada 'Tsunami' también bajó sensiblemente sus ventas, pero, nobleza obliga, convengamos que la culpa de esto no parece ser de meteorología (sonríe)”.
Seguiremos informando.
