(México DF, México, Agencia EPS) En la tarde de ayer, un grupo de seis uruguayos fue detenido por la policía mexicana cuando intentaban pintar de blanco unos de los murales más famosos del artista plástico Diego Rivera, "El hombre en el cruce de caminos", que se encuentra en el Palacio de Bellas Artes de la capital de este país. Estas personas, cuatro hombres y dos mujeres, declararon que su intención era "recuperar" un espacio público para todos los mexicanos. La justicia aún no se expedido sobre la situación, pero al no constatarse ningún daño a la obra del muralista, es altamente probable que sean dejados en libertad en las próximas horas.
Una fuente muy cercana a la Suprema Corte de Justicia de México, hizo saber a nuestra agencia que tanto el fiscal como el juez no salen de su asombro por la actitud asumida por los ciudadanos charrúas: "vinieron todos preparados como para liquidar los 55 metros cuadrados del mural en minutos. Traían pintura y rodillos en cantidad más que suficiente", señaló.
Sobre los motivos que los llevaron a tomar tamaña decisión, la fuente declaró: "eso fue más confuso aún. Todos señalaron que la intención era recuperar ese espacio para todos los mexicanos, porque (según ellos) no es un lugar sólo del Partido Comunista. A uno de los implicados, los médicos tuvieron que sedarlo porque lo único que repetía era '¡Hasta a Lenin pusieron estos hijos de p***!'. Y en todos los casos, terminaban su declaración con la frase que tenían en su playera: 'Yo estoy'. Fue muy extraño todo".
Aún haciéndoles saber que estaban a punto de cometer un delito, el arrepentimiento de los uruguayos brilló por su ausencia: "No mostraron el más mínimo signo de remordimiento por su acción. Más le digo, cinco de los seis declararon que no dudarían en intentarlo una y otra vez si se les presenta la oportunidad. Vale aclarar que uno de ellos sí se mostró profundamente arrepentido de sus actos. Según consta en fojas 14 y 15, el indagado, tras enterarse de que había sido Rivera el autor del mural, se mostró visiblemente consternado por lo que iba a hacer y prometió no volverlo a intentar en el futuro", finalizó diciendo nuestra fuente.
Al no concretarse el ataque contra la obra del muralista mexicano, ya que fueron detenidos justo a tiempo, es muy probable que la justicia de ese país no dicte sentencia de cárcel para ninguno de los detenidos. Lo que sí es de suponer, dada la casi nula sensación de culpa presente en ellos, es que sean automáticamente deportados al Uruguay tras su liberación.
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