El Ministerio del Interior y el Poder Judicial investigan a un grupo de reclusos del Comcar sospechosos de haber creado una aplicación para Android y iPhone que facilita la ubicación de víctimas. Dicha app (disponible hasta hoy en Google Play y en App Store) y creada para los delincuentes, era conocida como CacosUy. ¿Su tarea? Facilitar información de personas, hogares y comercios pasibles de ser robadas, en la zona dónde el delincuente se encontraba. Existen pistas firmes para sospechar que el preso que habría "pinchado" el celular de la embajadora Julissa Reynoso está involucrado en el grupo en cuestión. La aplicación ya fue dada de baja de ambas plataformas.
CacosUy funcionaba utilizando una base de datos (que se actualizaba permanentemente) integrada a un mapa de nuestro país. En él se señalaban los puntos donde personas, locales comerciales u hogares, se encontraban más vulnerables para ser atacados por el delincuente. La información desplegada geográficamente, se obtenía de los datos personales que las propias víctimas suelen publicar despreocupadamente en las redes sociales ("estoy solo en casa", "nos fuimos todos de vacaciones con las chiks :)))", o similares), más los aportes que otros criminales podían hacer al programa a través de un sistema de comunicación muy ágil y ameno.
El equipamiento que permitía el funcionamiento de la aplicación estaba constituido por dos computadoras (una permanentemente conectada a internet) varios celulares y un GPS. Se desconoce si existían dispositivos y software fuera del recinto penitenciario.
Gracias a las gestiones de un periodista muy vinculado al ámbito carcelario, cuyo nombre nos pidió mantener en reserva mientras se acomodaba la melena por el viento, tuvimos acceso al reo que interceptó el teléfono móvil de la diplomática norteamericana Julissa Reynoso. A pesar de que en todo momento negó cualquier participación en la app en cuestión, igual brindó su punto de vista al respecto: "¿Qué querés que te diga? Para mí está bárbaro CacosUy. De afuera siempre reclaman que los presos hagamos cosas, que seamos creativos. Bueno, ahí tenés, CacosUy: Comcar inteligencia (risas)". Sin ánimo de rebatir sus argumentos, le indicamos que el esfuerzo es válido pero que se desmerece al tener un fin delictivo. Rápidamente nos respondió: "ah, mirá. Si lo hacemos los chorros es un delito, una vergüenza y hay que matarlos a todos. Pero si un conductor de radio, una cuenta de Twitter y una aplicación te avisa como eludir a los chanchos, está bárbaro... Son todos unos hipócritas", concluyó. Dimos por finalizada la entrevista al no saber qué decirle.
Una fuente anónima (cuyo único dato conocido es que se trata de alguien vinculado al transporte de pasajeros) hizo saber al Ministerio del Interior de la existencia de vinculaciones entre la aplicación CacosUy con alguna organización delictiva del exterior. Esa misma fuente señaló que sus pruebas son concluyentes y que no dudará en unirse a la lucha contra los invasores.
Seguiremos informando.
