Los diferentes grupos políticos que apoyan la candidatura de Constanza Moreira cambiaron el rumbo de una campaña electoral que giraba alrededor de cómo destruir o, por lo menos, ridiculizar cualquier declaración de Tabaré Vázquez (tarea que les estaba resultando muy sencilla últimamente). En efecto, durante la última reunión del comando de campaña de Moreira, se discutió parte de la plataforma política y de allí surgió la propuesta que provocó la inmediata reacción de los principales actores de las elecciones: en el caso de que la sociológa accediera a la presidencia, promoverá una ley que prohíba todo tipo de publicidad de las empresas monopólicas del estado, así como también en los ministerios, durante el período electoral. "Triste demagogia", "búsqueda del voto fácil", "vergonzoso", son sólo algunos de los adjetivos que recibió de todo el espectro político uruguayo.